jueves, 22 de julio de 2010

Y se ha quedado tan ancho...

Esta tarde he ido al traumatólogo y, tras una agónica espera en una sala de espera heladora, por fin he entrado en la consulta. En medio de la conversación el médico, sin ningún miramiento, me ha llamado burra. Sí, sí... con todas la letras, no se ha dejado ni una en el tintero... B-U-R-R-A. Desde ese mismo instante esa palabra ha comenzado a surfear por mi cabeza... y he llegado a la conclusión de que sí, un poco burra si que soy... incluso bastante... pero no en el sentido que él me lo ha llamado... por ahí no paso....

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