miércoles, 29 de septiembre de 2010

Tic, tac...

Hace algún tiempo creo que ya toqué el tema de los cierres del taller de debajo de casa, aunque la verdad es que no sé si sólo lo pensé o lo dejé por escrito....

... en realidad los cierres son mi despertador, ese que, todas las mañanas a eso de las siete, me indica que ya queda poco y que hay que pensar en levantarse... y yo pensaba que mi despertador personal se había estropeado, porque he dejado de oírlo... pero resulta que no, simplemente soy una marmota...

2 comentarios:

  1. Yo creo que se debe a que el otoño ya está aquí y tu cuerpo está tan agustito entre las sábanas, sin ninguna prisa por enfrentarse al fresco de las mañanas, que ni te avisa.

    ResponderEliminar