Hace algún tiempo creo que ya toqué el tema de los cierres del taller de debajo de casa, aunque la verdad es que no sé si sólo lo pensé o lo dejé por escrito....
... en realidad los cierres son mi despertador, ese que, todas las mañanas a eso de las siete, me indica que ya queda poco y que hay que pensar en levantarse... y yo pensaba que mi despertador personal se había estropeado, porque he dejado de oírlo... pero resulta que no, simplemente soy una marmota...
Yo creo que se debe a que el otoño ya está aquí y tu cuerpo está tan agustito entre las sábanas, sin ninguna prisa por enfrentarse al fresco de las mañanas, que ni te avisa.
ResponderEliminarya lo se tía eva
ResponderEliminar