miércoles, 28 de julio de 2010

Cruza los dedos...

Lo intenté en varias ocasiones pero la respuesta siempre fue la misma: está lleno.
No me preguntes por qué, pero tengo una tremenda ilusión por cenar allí.
Cuando hace unos meses Ferran Adrià anunció el cierre de El Bulli, el estómago se me dio la vuelta. Había que buscar una solución, que fuera rápida y efectiva. Incluso planteé un acuerdo con un catalán: yo el Pronto y tú el paño (ah, no, me he confundido de cuento...). Él conseguía una mesa y yo corría con los gastos...
Hace poco pregunté por las negociaciones, y la mala noticia es que no se han producido avances. Aun así no voy a perder la esperanza. Hasta el día antes de que lo cierren esperaré recibir una llamada que me diga que mi sueño se ha hecho realidad. Porque en ese mismo instante no sólo cumpliré uno, sino dos.

1 comentario:

  1. Joer tronca, pues si que apuntas alto... Yo ni me lo he planteado pero, de todas formas, SUERTE!
    Cómo está el agua? No, espera, no me lo cuentes que creo que me hierve la sangre, jajaja

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