Una milésima de segundo....

Sabes ese momento, justo cuando estás presionando la tecla de enter y al mismo tiempo piensas que la estás cagando... sí, ese momento en el que cogerías el ordenador y lanzarías por la ventana para impedir que el mensaje llegara a su destino pero claro, desde un piso 11, antes de que el equipo se haya hecho añicos en el suelo, el mensaje está más que enviado, recibido y leído... ese momento que se hubiera podido invertir en algo tremendamente provechoso, pero no...