miércoles, 17 de noviembre de 2010

Huéleme....

No me gustan las colonias de mujer... nunca me han gustado... es más, siento un cierto rechazo hacia ellas... nunca tuve una... y si llegó en forma de regalo fue a su vez regalada, por eso de que no se marchitara en el armario del cuarto de baño... por otra parte adoro las colonias de hombre... pero para mi (para ellos también, claro)... tengo una fija, desde hace muchos años... pero completo el abanico con alguna más... no me gusta oler siempre igual...disfruto con sus olores, las elijo con esmero según la ocasión y aguzo el sentido del olfato cuando me cruzo con alguien cuyo olor me sorprende...no llega a ser patológico, sólo ligeramente enfermizo...

3 comentarios:

  1. No se si sabra usted, meine liebling Hexe, que el olor
    es uno de los sentidos que fijan mejor los recuerdos
    en nuestra fragil memoria. Me parece un detalle muy
    Interesante ese de los olores, sutil y delicado,
    dice mucho de nosotros sin utilizar palabras.

    ResponderEliminar
  2. A mi también me pasa algo parecido con los olores y si, también reconozco que rozo la enfermedad pero en cambio, no soporto ni los perfumes de muejer ni los de hombre(en mi, claro) pero si tengo que elegir, me quedo con los de hombre! Ah, y siempre una colonia de bebé; me encantan!!!!

    ResponderEliminar
  3. No se olvida tan fácil un buen perfume y aunque me lo pidieran no podría olvidarlo, se convierte en parte de uno, con sus cosas buenas y sus cosas malas, sus buenos y sus malos recuerdos.

    ResponderEliminar