Experiencias hospitalarias...

Pasar un día en el hospital aporta muchas reflexiones que, en la mayoría de los casos, no llevan a ningún sitio, pero ahí están:

- Esperar es un coñazo, se mire por donde se mire.

- Si la espera es junto a un buen libro, suele ser más amena (a pesar de llevar un camisón de lo más sexy).

- Mi libro elegido para la ocasión ha sido "La elegancia del erizo" de Muriel Barbery y en su página 37 leo una frase para la posteridad: "Esta gata no tiene ningún proyecto en la vida y sin embargo se dirige hacia algo, probablemente un sillón".

-Igualmente en el libro me llama poderosamente la atención la cantidad de palabras que aparecen con "h" intercalada... (tengo que dejar de fijarme en estas estupideces).

- Me han enseñado a pincharme en la tripa...(y ya lo he hecho en varias ocasiones)... que digo yo que lo mismo esto me sirve para un futuro... espero que lejano.

- Observo lo mucho que echo de menos un café mañanero.

- En los quirófanos hace más frío que en Siberia.

Reflexiones todas ellas dignas de ser mencionadas.

Voy a por un Nolotil.

Buenas noches.