Esta mañana, además de encontrarme con un sueño terrible, había cosas cambiadas de sitio, incluso algún que otro vago recuerdo... me he pasado más de un cuarto de hora buscando las llaves de la moto... esas que tienen un cascabel enorme para que no se pierdan... Cuando muevo los bolsos o los abrigos, despliega todo su sonido y se encuentran a la perfección. Pero claro, si las llaves han sido depositadas como por arte de birlibirloque encima de la mesa en el otro extremo de la casa, pues entonces no hay forma humana de que suene nada...
Estimado Señor Sonámbulo: pase usted cuando le venga en gana... pero oiga, que cambiar las cosas de sitio no nos lleva a ningún lado... sobre todo a mi...
¡¡¡¡Qué miedo, qué miedo!!!
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