A ver si una noche de éstas me cruzo con Iker mientras pasea al perro (Casillas no, el otro) y le pregunto el motivo por el que tengo tal cantidad de pecas a estas alturas del año... no es ni medio normal... eso sí que es un misterio y no las psicofonías que pone él...
Pufff, por un momento pensé que te habías mudado...jejeje. No será que te habrá dado el sol?
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