jueves, 26 de abril de 2018

29 ravioli y una ensalada...


Desde el primer café de la mañana sabía que el día se iba a complicar… de hecho no era el primero, era el segundo. El primero había terminado avanzando como un loco por el suelo morado de la cocina, la taza había estallado en mil pedazos … Sí, la cosa prometía, y mucho. El listado de cosas por hacer era tan largo que dudaba que pudiera llegar incluso a realizar la mitad, pero que no se dijera, había que comenzar por algún lado y, después de recoger el café del suelo, beber el segundo y tirar los trozos de taza, se puso manos a la obra. Tachando una tras otra las entradas de la lista. Parecía totalmente mentira pero no, la cosa fluía… como el café. Ella sabía que en cualquier momento todo se complicaría y fue justo cuando se oyó decir desde la sala: 29 ravioli y una ensalada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario