Desde hace algún tiempo se ha creado una rutina, no hablada pero que se repite una y otra vez.
Sales a tomar unas cañas con las amigas, probablemente entre semana. No hay mucha gente por las calles. El caso es que según vamos llegando a casa, vamos poniendo un mensaje de que hemos llegado bien.
Y si alguna se retrasa en escribir, saltan las alarmas.
Es una pena. Es una verdadera pena. Pero es así.
Y además tengo claro que no lo hacemos sólo nosotras.
#estonopuedeser
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