Pero como me podía imaginar yo que, a raíz de buscar un
regalo, mi cerebro se podía poner en marcha hasta tal punto de tener que coger
el coche (y es que la moto está en el médico) para hacer una serie de preguntas…
Y yo que pensaba que mi abanico de posibilidades se había
quedado perfectamente limitado y sin capacidad de ampliación…. Y una MIERDA…. Y
aquí me tienes, dando vueltas algo que desconozco si puedo hacer, si debo
hacer, o si realmente me llevara a algún sitio… Y no, no voy a contar nada más,
porque mi idea es que esto se me olvide, sea un desequilibrio pasajero que no haga
que me meta en un mundo totalmente desconocido y del que, si soy sincera, NO
QUIERO SABER NADA… Marditos roedores… será mi perdición…
No hay comentarios:
Publicar un comentario