lunes, 4 de noviembre de 2019

y el consiguiente cabreo....

 En este país tenemos un verdadero problema de efectividad. He tardado varías llamadas telefónicas (de 3/4 de hora cada una, puesto que las cosas de palacio van despacio) y remitir tres mails para que me cambien un número de cuenta. Algo tan sencillo como entrar  en el sistema y hacer el cambio. Pues no, esto lleva consigo mi pérdida de trabajo de varias horas, sin contar con las del susodicho “operador“ que, por supuesto, hace su trabajo mal.
Si todo hubiera estado solucionado desde el primer momento, todo fluiría....
Pero si tenemos en cuenta que esta misma acción la he tenido que hacer con varias empresas distintas, el empleo de horas, tiempo, esfuerzo y cabreo, se va multiplicando exponencialmente.
 Vamos, que si todo el mundo hiciera el trabajo a la primera, sin necesidad de dar vueltas y más vueltas, nos iría mejor como país. Pero no, así seguimos.
Y ahora es que no tengo ganas de hablar del voto por correo, porque eso está siendo otro periplo…
Sigo pensando que no, no avanzamos. Y si seguimos así, no vanos a avanzar nunca ...

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