Película...

Hace unos años, en Hong Kong, subida en un taxi conducido por un chino, a una gran velocidad, recorriendo autopistas imposibles llenas de subidas y bajadas, como si fuera una montaña rusa, pensé si estábamos en un vídeo juego y aquel chino intentaba pasar de pantalla a toda costa...
Ahora me pasa un poco lo mismo, y me siento como en una película mala, de las de después de comer los fines de semana, esas que te duermes y te despiertas y no pasa nada... porque la niñera siempre es una hija de puta y quiere chantajear a alguien o quedarse con el bebé o bien hay una desgracia maligna, una invasión de serpientes (con el asco que me dan), cucarachas o bien hay un virus que amenaza a todo el planeta. Pero ahora me asomo a la calle, la veo totalmente vacía (a excepción de un par de imbéciles) y veo que no es una película.
Y ahora no queda otra cosa que seguir cocinando (me están quedando unos platos la mar de monos y ricos), me he echado miles de cremas en cara, cuerpo y pelo... y pinto... mucho... Y así seguiré hasta que esto sea seguro para todos. Eso sí, una vez que pase, no me busques entre cuatro paredes, que seguro que no voy a estar.